Este día, la política queretana se vio envuelta en una fuerte polémica cuando los diputados locales, dominados por una mayoría panista, votaron en una sesión extraordinaria para elegir a Víctor Antonio de Jesús Hernández como fiscal del estado por un periodo de 9 años. La sesión, que tuvo lugar en la sede alterna del Teatro Metropolitano, fue llevada a cabo bajo tensiones y manifestaciones por parte de la dirigencia de Morena y diputados electos que exigían ser escuchados.
Alejandro Pérez, secretario general de Morena, criticó duramente la elección, señalando que se trató de un “agandalle” por parte de los diputados panistas, quienes adelantaron la votación antes del cambio de legislatura, en un intento por consolidar su control antes de perder poder en las urnas. «Es nuestro derecho manifestarnos y estar presentes en la sesión pública», declaró Pérez, enfatizando la falta de diálogo y apertura por parte de la mayoría panista.
El descontento de los manifestantes no solo fue ignorado, sino que además se reportaron agresiones por parte de elementos de la Policía Estatal. Entre los lesionados se encuentra el senador Gilberto Herrera, quien sufrió golpes durante la confrontación, lo que ha generado aún más indignación entre los opositores.
El clima político en Querétaro se encuentra más tenso que nunca, con una ciudadanía que demanda transparencia y respeto a los derechos democráticos. La imposición de un fiscal y la elección de magistrados en estas condiciones solo avivan las llamas de la discordia en un estado que se prepara para importantes cambios legislativos.
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